Gádor Joya incidió en que 'el sistema legal trata el caso de la mujer de Santander como un delito de asesinato, mientras el resto de fetos arrojados a la basura cada día por el negocio abortista son considerados abortos legales.'
'El escándalo desaparece por unos segundos de diferencia, pero la vida humana es la misma: late, respira y se mueve igual', comentó.
'Estamos ante un posible delito de asesinato, no un aborto. Nuestra pregunta al Legislador y a la Opinión Pública es: ¿Cuál es la diferencia, por qué escandaliza este caso y no la violencia contra 120.000 vidas humanas y contra la salud de las mujeres, con la que se lucran los centros abortistas a diario en nuestro país?', criticó.
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