Pese a que la multinacional abortista se obstina y promueve a nivel mundial la creación de abortuarios que garanticen la salud de la mujer al ser sometida a aborto, parece que en la praxis ella misma está lejos de lograrlo. Y es que Emma ha demandado a Planned Parenthood pues su hija padeció perforación del útero, le dejaron residuos del bebé y ahora ya no podrá concebir. Kristian Hawkins, director de Studentd for Life, declaró que “es irónico que el movimiento abortista reclame que el aborto deba ser seguro y legal cuando, en este caso, la niña ha sufrido un daño permanente”. Este caso plantea un punto en contra respecto a la creencia común de que un aborto en clínicas “especializadas” es, efectivamente, seguro.