El principio que guía el juramento hipocrático de "no causar daño" es razonable como para ser considerado en los proyectos de ley que atiende el Congreso para la reforma de salud.
El aborto, sin embargo, no es una atención médica básica —es la elección de eliminar una vida humana para la conveniencia de otra. Se puede estar de acuerdo o no sobre si el aborto debe ser legal. Lo que parece indiscutible es que, en una nación tan dividida por este tema, los dólares de los contribuyentes deban abonar este procedimiento; o que se exija la cobertura del aborto en los planes de salud aprobados a nivel federal.
Debe quedar claro que habrá una cobertura para el aborto a menos que el Congreso la excluya específicamente de su reforma médica.
Si esta posibilidad les preocupa a los lectores tanto como a mí, ellos deben de contactar a sus legisladores federales tanto en el Senado como en la Cámara de Representantes e insistir que se excluya el aborto de la reforma médica. Yo pertenezco a una organización de base llamada Center for Moral Clarity que tiene en línea recursos fáciles para lograr ese propósito.
Le pido a los lectores que nos unamos en levantar nuestras voces para no sera cómplices en el financiamiento de abortos bajo el disfraz de un reforma de salud.