Dejando de lado las connotaciones éticas en torno a este señor, tenemos que contrataba a inmigrantes irregulares sin la titulación médica correspondiente, utilizaba a empleadas de la limpieza como enfermeras, realizaba sedaciones sin las pruebas preliminares necesarias, falseaba los exámenes psicológicos, cobraba abusivas cantidades en dinero negro... ...Y, ante todo esto, repito, dejando de lado cuestiones sobre la dudosa catadura moral de este individuo, vemos cómo en el Colegio de Médicos de Barcelona lo readmite...
Realmente, existe esa presión que decía al principio: una desmitificación del drama que implica el aborto, una sucesión de eufemismos para anestesiar a la sociedad, pero, incluso, un apoyo activo en esta dirección. Me pregunto si la enfermera por la que ha muerto el bebé marroquí hace poco será readmitida en su profesión... Sin embargo, el médico que realiza abortos falseados de fetos de 7 y 8 meses, por miles, vuelve a la carga impunemente. Formamos una sociedad verdaderamente enferma.