Poder abortar y no poder votar · ELPAÍS.com

La ministra de Igualdad ha pronunciado una frase que parece resumir su filosofía y su principal argumento para defender el aborto en adolescentes mayores de 16 años sin la autorización paterna: "Si se pueden casar con esa edad, pueden también abortar".

Parece impecable el razonamiento y tiene la posibilidad de encadenarse hasta la extenuación. Véase si no: "Si pueden abortar, no hay razón para que, si delinquen con 16 años, gocen de una legislación especial para el cumplimiento de condenas". "Si pueden abortar, pueden comprar tabaco y bebidas alcohólicas en cualquier establecimiento autorizado como los demás". "Si pueden abortar, pueden tener relaciones sexuales sin que se considere abuso de menores los supuestos contemplados en la ley, cuando de menores de edad se trata". "Si pueden abortar, no necesitan permiso de los padres o tutores cuando tengan que viajar al extranjero". "Si pueden abortar, pueden entrar en discotecas". "Si pueden abortar, ¿por qué no pueden votar?".

Si los adolescentes de la circunscripción electoral de la que la ministra fuera diputada no pueden tener capacidad legal para decidir entre la lista electoral de la ministra y las listas de sus adversarios políticos, ¿cómo explica ella que quien no puede votar pueda abortar? Los efectos que producen el derecho al voto pueden ser corregidos en la próxima ocasión en que se tenga la oportunidad de votar, pero los efectos que produzca la decisión de abortar son irreversibles, no tienen marcha atrás ni posibilidad de ser corregidos en años posteriores.

Yo anuncio mi desacuerdo con una medida que provoca más problemas de conciencia de los que, ya de por sí, conlleva algo que las propias mujeres califican de hecho traumático y doloroso, cual es el aborto. No creo que ningún padre o madre entienda que en ese proceso, traumático, doloroso e irreversible, su hijita, su pequeña niña de 16 años, se encuentre sola, aunque una ley la protegiese.