Resulta que el gobierno más sectario de nuestra reciente historia se ha empeñado, en parte por ideología y en parte para tapar la crisis económica que nos ahoga, en sacar adelante, ya veremos con qué apoyos y si es posible en esta legislatura, una ley que permite el aborto libre y convierte lo que a día de hoy es un delito despenalizado en tres supuestos en una especie de “derecho” a matar al no-nato en el seno materno. ZP permitirá que niñas de 16 y 17 años aborten sin que sus padres –y abuelos del no nacido-, los mismos que tienen que autorizar un piercing o cualquier prueba médica, lo sepan.
Vamos, que las jovencitas españolas, empujadas hacia una terrible soledad que las pondrá en la tesitura de afrontar sin el consejo de sus padres la terrible responsabilidad que supone el aborto, desinformadas a más no poder, no podrán comprar un paquete de cigarrillos pero sí podrán utilizar el aborto como si de un anticonceptivo se tratase. El ministerio encargado de elaborar este anteproyecto de ley, curiosamente, no ha sido el de Sanidad. Ha sido el político Ministerio de Igualdad.