Nuevas víctimas para los abortistas. Científicos británicos prueban que el autismo puede detectarse en el feto.

Los médicos descubren la relación entre los niveles de testosterona y la enfermedad, lo que añade otro frente a la interrupción del embarazo.
El profesor que la dirigió, Simon Baron-Cohen, cree que existen argumentos para abrir un debate social sobre la posibilidad de interrumpir el embarazo en el supuesto de autismo.