Los 40 días por la Vida

El 2 de noviembre finalizó en Estados Unidos y Canadá la campaña “40 días por la vida”. La campaña consistió fundamentalmente en 40 días de vigilias de oración en las inmediaciones de las clínicas de aborto. Este año se llevaron a cabo desde el 24 de septiembre, en más de 175 comunidades en 47 estados de USA, el Distrito de Columbia, Samoa Americana y dos provincias canadienses.

Los organizadores miden el efecto de la campaña por las reacciones de Paternidad Planificada, -la filial norteamericana de la IPPF, la internacional del aborto y la corrupción de menores (vid.
NG 886, 845, 481, 69, entre otros)-. Shawn Carney, director nacional de divulgación de “40 días por la vida”, declaró: “si leemos algunas de las cosas que Paternidad Planificada (PP) y sus partidarios están gritando en estos días, es obvio que la cadena nacional más grande de aborto está preocupada por lo que está sucediendo”. En efecto, PP acusó en los medios de comunicación a la campaña, de “intimidar” a las mujeres que buscaban abortar, y de “corromper el rezo del Rosario” que los grupos católicos incoaban delante de las clínicas, “convirtiéndolo en herramienta para asustar a las mujeres”. “La oración no intimida ni asusta a nadie”, contestaron los organizadores.

Algunas clínicas de PP perdieron personal; las consultas a esos centros de aborto descendieron entre un 30 y un 50 % según las regiones; y en 175 ciudades -mañana, tarde y noche-, se rezó y se ilustró con pancartas, folletos, impresos sobre la realidad del aborto, para lo cual se movilizaron miles de voluntarios.

La evaluación del 5 de noviembre, indicaba que se habían evitado 441 abortos.
La próxima campaña está convocada del 25 de febrero al 5 de abril de 2009.

Según Life Site, en Halifax (Canadá), intervinieron las comunidades de 45 parroquias católicas y 85 iglesias protestantes. El detonante que movió las voluntades de los cristianos a participar en los “40 días por la vida”, fue la entrega por parte del gobierno de Canadá de la más alta distinción civil del país, al abortista
Henry Morgentaler y la reacción contraria que suscitó.