La movida para hacer caer la ley que despenalizó el aborto bajo determinadas circunstancias en Uruguay tuvo su punto final ayer luego de más de 25 años de debate parlamentario. La consulta popular fracasó de forma estrepitosa. De los casi 2,6 millones de uruguayos habilitados a votar, debían manifestar su adhesión al menos 650.000 (25%) para que en octubre de este año haya un referéndum obligatorio, que decida sobre la continuidad de la ley. Pero ni siquiera lo hicieron 10% de los habilitados.
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