La prestación de paro en Europa se come más de 208.000 millones anuales

En cuanto a las partidas del gasto social, las relacionadas con el envejecimiento de la población son las que ocupan el primer puesto en toda Europa. En efecto, las pensiones de jubilación, los retiros anticipados, las pensiones no contributivas, etc., consumen ya el 45 por ciento de los gastos totales de la UE-27. A continuación, figuran en coste la sanidad y los recursos que los países dedican a protección de la familia y la infancia. En cuarto lugar, consecuencia directa de la destrucción de empleo en toda la UE, aparecen las prestaciones de desempleo, con alzas espectaculares en países como España y Grecia.

Para complicar aún más este panorama, los países seriamente golpeados por la crisis de deuda están registrando descensos de la tasa de natalidad, lo que puede acelerar el envejecimiento de una Europa que sufre por el bajo crecimiento del PIB y el repunte del gasto público.

Fuentes de la UE estiman que de los 22 países europeos con datos comparables, 15 han registrado descensos de la tasa de fertilidad desde el inicio de la crisis. Los expertos aseguran que hace falta una tasa de fertilidad de 2,1 para mantener la población estable. Algo que puede complicarse en España, con el paro desbocado y una tasa de fertilidad en retroceso (1,36 en 2011 frente a 1,46 en 2008).

Esta caída de población, cada vez menos gente productiva y mayor número de mayores dependientes puede tener consecuencias no sólo para el crecimiento económico del país, sino también para sufragar un sistema de pensiones cada vez más hinchado.
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