Señor Rajoy, señora Mato: dicen ustedes no ser partidarios del aborto. Yo les voy a decir cómo terminar con él sin cambiar leyes ni gastar millones: graben un aborto y muéstrennoslo.
Es la forma de que la mujer que piensa en abortar pueda informarse acerca de qué es eso. Y además, como lo pagamos los ciudadanos, tenemos derecho a saber en qué gastan nuestro dinero. Cualquier cirujano que se precia graba sus operaciones y se las entrega al paciente. Los abortistas tienen los mejores ecógrafos, de modo que filmar un aborto no cuesta nada. No cuesta más que el valor de saber de qué estamos hablando. Y una vez que lo sepamos, el aborto industrial se acabará de golpe. Se lo aseguro. Del mismo modo que se acabaron las excusas de los alemanes cuando les obligaron a ver -aunque fue a tiro pasado- algunas de las atrocidades cometidas en el Holocausto. Después, solo les quedó la excusa de decir: “no lo sabíamos”. Mas...