El caso de Mudrián (Segovia), que comenzó con un mazazo por la tragedia de encontrar a un bebé muerto, no se acaba ahí. El recién nacido presentaba partes del rostro y del tórax comidas por animales. Llevaba una semana bajo un árbol del pinar.
Pronto se dio con la madre, M. K. C, una mujer polaca de 28 años que residía en la localidad y que trabajaba en la planta de fresa de la empresa Viveros La Segoviana. La Guardia Civil la detenía un día después del macabro hallazgo. Mas...