La ruta de las que serán violadas

Para las mujeres centroamericanas es fácil acceder a un anticonceptivo como el Depo-Provera, pues ha sido usado durante décadas por las autoridades sanitarias como tratamiento de planificación familiar. En Nicaragua, clínicas como Profamilia entregan anualmente unas 15.000 inyecciones a más de 4.000 mujeres, el 80% de ellas de zonas rurales. Su está extendido en toda América Latina y está reconocida por la Agencia del Medicamento de EE UU (FDA, en sus siglas en inglés).

Algunas ONG en América Latina, sin embargo, aseguran que se trata de una droga peligrosa, por posibles daños en los huesos y problemas hormonales, y que ha sido introducida en la región por los países ricos como método de esterilización masiva, para evitar el crecimiento de la población de las naciones pobres. Mas...