Por qué en China es más rentable matar a un herido que ayudar

Xion Maoke, de cinco años, volvía del colegio a pie, rumbo a su casa en Luzhou al oeste de china, cuando al cruzar una carretera fue arrollado por un camión. Según relatan los vecinos de la aldea, el niño no murió en el momento. A ojos del conductor del camión, Ao Yong, esto pasaba a ser un problema, porque la ley china (donde no hay sanidad pública) le obligaría entonces a pagar las facturas del hospital.

Y entonces - siempre según la versión de los vecinos - ocurrió algo trágico e insólito, inconcebible a los ojos del resto del mundo. Para ahorrarse preocupaciones, el camionero dio marcha atrás, volvió a arrollar al niño y lo remató.

Esta es, al menos, la versión de los testigos, que la prensa internacional reprodujo con una comprensible indignación. El conductor lo negó a la policía y a la familia durante horas después, y una investigación posterior descartó esta teoría: el niño había muerto inmediatamente y en ningún momento el camión retrocedió. De hecho, Ao fue el primero en llamar a la policía. Pero la versión oficial no desmiente el frío cálculo económico tras la tragedia. Como describe el anterior vídeo, las primeras palabras del conductor a la madre del niño atropellado fueron: "¿Cuánto tengo que pagar?". Mas.....