¿Anticonceptivos?Violencia contra el cuerpo femenino.

Usar anticonceptivos atenta contra la ley fundamental de la vida. Muchos grupos ecologistas protestan con pasión cuando se dan cuenta de que estamos comiendo maíz “genéticamente modificado”, es decir, maíz al que le ha sido alterado lo más profundo de sus mecanismos biológicos: su ADN, sus cromosomas. Protestan, además, cuando se dan cuenta de los peligros que tienen para la atmósfera estos o aquellos gases. Protestan cuando amenazamos la supervivencia de animales o plantas que nos gustaría fuesen nuestros compañeros de camino en los siglos o milenios que vaya a durar la vida humana en la tierra.

Pues bien, los ecologistas deberían protestar cuando metemos en la mujer (o en el hombre: quizá algún día lleguen a existir anticonceptivos químicos y hormonales para hombres) sustancias que buscan solamente que las cosas no funcionen bien, es decir, que el ciclo de las hormonas, que tiene un ritmo natural de regulación, sea alterado de un modo brutal por medio de píldoras o de otros productos farmacéuticos, para evitar el que pueda producirse un embarazo.

Actuar así implica hacer una violencia sobre el cuerpo femenino cuyas consecuencias sólo podrán ser descubiertas a largo plazo, pero que ya ahora nos permiten intuir que algo no va bien en el recurso a estos sistemas de “prevención”. Mas.....