La ministra de Sanidad ha asegurado que los datos del aborto de 2010 han descendido en algo menos del 4 por ciento respecto a 2009. Pero no aporta datos. Al contrario, los oculta.
El derecho a una información veraz no sólo obliga a los medios de comunicación. También afecta a las Administraciones Públicas.
Desde que se empezaron a publicar datos del aborto, se ha producido una circunstancia constante muy perjudicial para la salud democrática. Los datos se hacían públicos al menos 9 meses después de vencido el año, hurtando a la ciudadanía un debate con todos los elementos de juicio presentados en tiempo y forma.
La afirmación de Leire Pajín es temeraria. O no sabe de estadística o miente con descaro. O ambas cosas a la vez.
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