Pese a las políticas públicas en materia de salud implementadas por las autoridades capitalinas y a que se cuenta con una amplia red hospitalaria, llama la atención el hecho de que haya un considerable número de abortos —tanto naturales como inducidos— cuyos productos como las progenitoras terminan en el Servicio Médico Forense (Semefo).
En el mayor número de los casos se trata del fallecimiento del producto como consecuencia debido a que no llegó a tiempo para la atención médica.
Con base en información proporcionada por el Semefo, a través de Transparencia, de 2008 al 2010 el Semefo recibió mil 561 cuerpos de niños y adolescentes, es decir, un promedio anual de 520.
Con base en las tablas estadísticas, la clasificación “aborto y sus complicaciones” y “aborto provocado” ocupan el primer lugar de causas de muerte, con el 19 .3 por ciento, para un total de 302 casos, de ellos, 10 fueron abortos provocados durante dicho periodo.
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