Kate Bryan del Instituto por la Vida (Life Institute) describió el modo en que numerosos oradores congregados entre el público urgieron a la ONU que reconociese que el pueblo irlandés está orgulloso de su historial en torno a la protección de los derechos humanos del bebé en el vientre materno.
“Fue tremendo escuchar a tanta gente hablar a favor de la vida”, ella narró. “Los oradores se levantaron, uno tras otro, para señalar que los derechos humanos comienzan, para todos nosotros, en el vientre materno, y que la ONU tenía que darle reconocimiento a los derechos humanos de los niños concebidos”.
“Nosotros preparamos un escrito para la vista pública y lo diseminamos ampliamente. Y así el público se hallaba en pleno conocimiento de los datos cuando entraron a la vista pública”, ella añadió. “El mensaje tramitado a la ONU durante la vista pública fue muy claro: Irlanda no aceptará el aborto”.
Incluso un orador le pidió a la ONU que avanzara hacia una prohibición del aborto a nivel mundial. “Yo quiero hacerle un llamado a la ONU para que tome la iniciativa en que, en todo el mundo, se prohíba el aborto, y que pida la protección de toda vida humana desde la concepción”, dijo el orador.
Otra oradora cuestionó la legitimidad de la ONU y dijo que ella creía que, como organización, ésta había perdido su autoridad moral.
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