López Moratalla denunció que, mientras que para experimentar con algunos animales es obligatorio anestesiarlos, no se tiene esta sensibilidad con humanos. Además, cree que «si a partir de la semana 22 los fetos sobreviven fuera del útero, seguro que mucho antes sienten dolor». La nueva ley autoriza el aborto hasta la semana 22 si se alega malformación del nasciturus o peligro para la salud de la mujer.
Por otro lado, la bioquímica y consultora de Bioética de la ONU Mónica López Barahona considera también que «a las nueve semanas el feto tiene receptores de dolor en la superficie de la cara, en las palmas de las manos y en las plantas de los pies, por los que siente». Por tanto, con la aplicación de la Ley del Aborto, que permite la interrupción del embarazo hasta la semana 14, muchos fetos podrían estar sufriendo una dolorosa intervención.