Diario de Sevilla - Lo que tomamos de Europa

Ya no hay represión franquista, hace años que existe educación sexual y los preservativos se pueden comprar en los supermercados. Pero el número de abortos se ha duplicado en los últimos quince años. ¿Solución? El aborto libre desde los 16 años, sin conocimiento ni consentimiento paterno, considerado como un derecho. Y un derecho es siempre algo positivo, según el habla común y la Real Academia: la facultad del ser humano para hacer legítimamente lo que conduce a los fines de su vida, la facultad de hacer o exigir todo aquello que la ley o la autoridad establece en nuestro favor, la consecuencia natural del estado de una persona, la justicia, la razón…

Así de bueno, nada menos que un derecho, será el aborto cuando se apruebe la ley que, como no se cansan de repetir, nos iguala con Europa. Lástima que nos igualemos con Europa en el aborto libre y no, también, en las ediciones francesas de La Pléiade, el sistema educativo finlandés (el primero según el informe PISA, que nos sitúa en el puesto 26), el sistema sanitario holandés (el mejor según el Índice de Consumidores de Sanidad Europea, que señala que el español "se deteriora año tras año") o el gasto público en educación (el nuestro es el más bajo de la UE).