Jóvenes, sexo y lío mental

Creo que el modo moderno, serio y sensato de ayudar a la juventud a enfrentar los retos de la adolescencia pasa por la intervención, también sensata y seria, de lo público sobre algunos aspectos de lo privado. Los medicamentos, por ejemplo, especialmente si hablamos de enormes cargas hormonales para evitar un embarazo. ¿Harán ese camino solas, sin ningún adulto, ni ninguna receta, ni ningún médico? ¡Qué locura!

Después tendremos informes que hablarán de sexualidad mal entendida, de jóvenes desconcertados, de adolescencias prematuramente acabadas. Y nos lamentaremos y diremos que algo falla en nuestra sociedad. Pero no nos preguntaremos si algunas medidas que tomamos con tanta liberalidad como poco rigor están ayudando a banalizar la sexualidad, dejando a las jóvenes al amparo de su propia suerte. Lo cual no es progresista. Es, sencillamente, insensato.