La mayor compañía de servicios de internet ha decidido suprimir, en aras de la neutralidad y del respeto a las costumbres locales, la publicidad abortista "en algunos mercados". Ni siquiera en la web de Google en China, país donde hay 13 millones de abortos promovidos por el gobierno, aparecen anuncios bajo esa búsqueda. Lo mismo puede decirse de las webs en idiomas occidentales o en ruso.