España, año 2004: 50.974 divorcios. Ante este drama social y familiar: ¿qué propuso y acabó aprobando el Gobierno? La Ley del divorcio express. Bien, tres años después de la aprobación de la mencionada Ley, en el año 2007 en España se produjeron 125.721 divorcios. Esto es, la Ley del divorcio express ha provocado un incremento del 147% del número de divorcios producidos en España en tan solo tres años. Y otro descorazonador dato: en menos de cuatro años de la vigencia de esta Ley (2005- 9 meses de 2008) se han producido tantos divorcios como en los once años anteriores (1993-2004).
La regulación dada en esta Ley al divorcio es del todo perversa. Considera el matrimonio una institución tan sumamente frágil, débil y poco merecedora de protección social, que permite que éste pueda romperse sin alegar causa alguna (más conocido como repudio), sin tener que pasar previamente por la separación (que no rompe el vínculo matrimonial), sin establecer un periodo de reflexión y, por último, tan sólo se requieren tres meses de matrimonio para poder proceder al divorcio (esto es, como el típico amiguete pesao de verano que te lo quitas de en medio en septiembre).
Pasamos de un drama familiar y social a otro, si cabe, aún peor. En España, en el año 2007, se produjeron 112.138 abortos. Ante esta espeluznante realidad: ¿qué pretende hacer el Gobierno? Ni más ni menos que aprobar una ley del aborto libre, calificando el aborto como un derecho de la mujer, permitiendo a las niñas de 16 años abortar sin necesidad de consentimiento paterno y obstaculizando el derecho a la objeción de conciencia de los médicos.
Hasta hace pocos días, se escuchaba que el plazo para ejercer "el derecho al aborto" sería de 14 semanas. Pues bien, parece ser, según información de última hora, que el Gobierno está pensando en ampliar ese plazo hasta las 22 semanas. Es decir, aborto libre en los primeros 5 meses y medio. La argumentación: Es el plazo a partir del cual cualquier feto podría ser viable fuera del vientre de su madre. ¡Qué bonito! O lo que es lo mismo: el feto no es persona, no es un ser humano, hasta que no pueda sobrevivir fuera del vientre de su madre, de esa que va a tener el derecho reconocido por Ley de matar a su hijo. Antes de las 22 semanas es algo así como un conjunto de células, un trozo de carne del que la madre, sin causa ni dictamen médico alguno, se puede desprender.