El lince gana 2.500 euros al mes - abcdesevilla.es

Con esas cifras de lo que se gastan en linces al año, la Conferencia Episcopal se ha quedado corta. Los becarios mileuristas podían poner otra valla, con una foto de un chaval recién licenciado y otra foto de un lince, y un lema que dijera: «El lince gana 2.500 euros al mes. ¿Y yo? Protege mi vida». Pero es que la misma valla y las mismas palabras, cambiando la foto del becario por otra de un pensionista, nos podrían servir para los jubilados: «El lince gana 2.500 euros al mes. ¿Y yo? Protege mi vida». Y poniendo la foto de un funcionario de carrera junto al lince, lo mismo: «El lince gana 2.500 euros al mes. ¿Y yo? Protege mi vida». Y lo mismo poniendo al lado del lince la foto, ¿qué digo yo?, de un profesor de primaria, de un empleado de banca, de un guardia civil, de un policía nacional, de un militar, de un conductor de autobuses, de un bombero: «El lince gana 2.500 euros al mes. ¿Y yo? Protege mi vida».

Y cuando esa publicidad esté en marcha, no le pregunten a Fernando Hiraldo, director de la Estación Biológica de Doñana, que dirá, como sobre la campaña contra el aborto, que no se puede comparar la exigua población del lince ibérico con la humana, «que probablemente sufre un problema de superpoblación». Lo mismo que ha dicho que es bueno el aborto porque sobran niños, señalará que es bueno que se mueran de hambre los jubilados, y los becarios, y los funcionarios, y los guardias civiles, porque sufren un problema de superpoblación y linces, en cambio, sólo hay 200.