La inteligencia, serena y profunda, de Bibiana Aído, ministra de Igual-dá de Zapatero queda de manifiesto con este soberano argumento: «La ley del aborto es un fracaso porque ha habido 112.000 abortos en España durante 2007». Ergo, hay que liberalizar el aborto, es decir, abortar más, para reducir el número de abortos. Si no lo han entendido, yo tampoco, pero Bibi sí: es una mujer muy profunda.
Por ejemplo, la Seguridad Social debería empezar a rechazar enfermos, un sistema estupendo para reducir el número de pacientes que se le mueren.
Asimismo, el problema del hambre en el mundo se resolvería eliminando a los hambrientos (estamos en ello) y el relevo generacional con un severo control de mortalidad que elimine a todo aquel que cumpla los 70 años o lleve más de 5 como clase pasiva, cobrando pensión. Naturalmente, esta última medida no afectará a la pensión vitalicia que durante toda su vida cobrará doña Bibiana en calidad de ex ministra, porque Bibi no es producto de un aborto, sino que su señor padre y su señora madre, decidieron traerla al mundo.