Hacia el aborto libre

Ramón Jáuregui, secretario general del grupo socialista del Congreso, vaticinó ayer que el TC tendrá ahora más flexibilidad que en 1985, cuando sentó una doctrina que inconstitucionalizaba la ley de plazos. Jáuregui sabrá por qué habla por el TC.
En efecto, es posible que el TC sea más sensible ahora, pero en sentido contrario a la reforma, porque si algo está claro en el aborto sin causa es que no existe conflicto entre la madre y su hijo, sino la mera voluntad de acabar con la vida del nasciturus. Sin conflicto entre bienes jurídicos, el aborto es inconstitucional.
La doctrina de 1985 sigue vigente, y en términos científicos y sociales está más reforzada. Hoy nadie puede negar que las mujeres tienen alternativas asistenciales al aborto, que la ciencia médica prenatal puede resolver prácticamente todo problema en el embarazo y que el concebido y no nacido tiene una condición íntegramente humana.